
Un quiste mandibular es un saco lleno de líquido ubicado en los huesos maxilares. Su nombre científico también se conoce como "quiste mandibular" o "quiste dental". Por lo general, ocurre como resultado de infecciones que se originan en los tejidos alrededor de los dientes.
Los quistes mandibulares son una de las enfermedades mandibulares más comunes. Estos quistes son en su mayoría inofensivos y no causan dolor. Sin embargo, cuando crecen, pueden ejercer presión sobre los huesos maxilares y afectar los dientes o los nervios circundantes.
Por lo general, se diagnostican de manera incidental y se descubren durante una exploración de rayos X o un examen dental. Dependiendo de factores como el tamaño, la forma y la ubicación del quiste, la cirugía puede ser necesaria o no.
Si no se tratan, los quistes mandibulares pueden seguir creciendo y provocar la pérdida de dientes, debilitamiento de la mandíbula e infecciones. Por lo tanto, el diagnóstico y tratamiento de los quistes es importante.
Los quistes de mandíbula son sacos llenos de líquido que se acumulan dentro de los huesos de la mandíbula. Los quistes generalmente son indoloros y se descubren de manera incidental. Los quistes de mandíbula pueden ocurrir por una variedad de razones, como infecciones de las raíces de los dientes, lesiones en la mandíbula, extracción de dientes o anomalías congénitas que ocurren durante el desarrollo de los huesos de la mandíbula.
Los quistes dentales, por otro lado, son quistes que se forman en las encías o cerca de los dientes y generalmente se forman alrededor de las raíces de los dientes. Los quistes dentales pueden ocurrir después de caries, infecciones, enfermedad de las encías o extracción dental. Pueden ser indoloros y, a menudo, se descubren de manera incidental.
Aunque los quistes mandibulares y los quistes dentales tienen causas diferentes, tienen síntomas y métodos de tratamiento similares. Por ello, es importante consultar a un odontólogo o cirujano maxilofacial para un correcto diagnóstico y tratamiento.
Suelen ser indoloros y asintomáticos en la mandíbula, pero en algunos casos pueden presentarse síntomas molestos. Estos pueden incluir:
El tratamiento varía según el tamaño del quiste, su ubicación, los síntomas y cuál es la patología. Mientras que algunos quistes pequeños pueden no mostrar síntomas y no requieren tratamiento, otros pueden causar molestias y dolor y pueden requerir una intervención quirúrgica.
A continuación se presentan algunos ejemplos de tratamientos de quiste mandibular:
El tratamiento del quiste de la mandíbula también puede variar según la edad, el estado de salud y el historial de salud general del paciente. Por lo tanto, su médico le recomendará el método de tratamiento más adecuado para usted.
Es un saco lleno de líquido que se forma en la mandíbula. Estos son en su mayoría indoloros y pueden desaparecer por sí solos. En algunos casos, sin embargo, los quistes mandibulares pueden crecer y presionar los huesos alrededor de la mandíbula, causando molestias.
Para diagnosticar el quiste se utilizan pruebas de imagen como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías dentales. Estas pruebas ayudan a determinar el tamaño, la ubicación y la estructura del quiste.
Los quistes pequeños de la mandíbula generalmente no requieren tratamiento y pueden desaparecer por sí solos. Sin embargo, los quistes grandes o sintomáticos pueden extirparse quirúrgicamente. La cirugía se puede realizar con anestesia local o general y, por lo general, requiere que se haga una incisión para acceder a la mandíbula.
Los quistes que se ven en el mentón son en su mayoría benignos y no cancerosos. Sin embargo, en casos raros, también pueden aparecer como tumores cancerosos. Por ello, es importante consultar siempre a un especialista.
Si el quiste no se elimina por completo o no se elimina todo el tejido circundante, los quistes de la mandíbula pueden reaparecer. Por lo tanto, es importante eliminar por completo todos los quistes y los tejidos circundantes durante la intervención quirúrgica.
Es normal sentir una ligera molestia después de la cirugía, como dolor, hinchazón y hematomas, que dura unos días. Por lo general, puede regresar a sus actividades normales dentro de 7 a 10 días. Sin embargo, el proceso de recuperación completo puede llevar varias semanas o meses. Después de la intervención quirúrgica, su dentista le dará todas las instrucciones necesarias.
Cuando aparecen quistes en los maxilares, no suelen ser peligrosos. Sin embargo, descuidar los síntomas y dejarlos sin tratar puede causar serios problemas de salud. Los quistes grandes pueden provocar deformaciones en los huesos de la mandíbula, pérdida de dientes, fracturas de mandíbula y consecuencias graves como parálisis facial por presión sobre los nervios faciales.
Además, algunos quistes mandibulares pueden infectarse o volverse cancerosos. Por lo tanto, es importante consultar a un dentista o cirujano dentista para el diagnóstico y tratamiento del quiste.